lunes, 1 de octubre de 2012

SIEMPRE GANAN LOS MISMOS

No por esperado el contenido de los presupuestos presentados por el gobierno han dejado de resultarme espeluznantes. Tan espeluznantes como conocer la semana pasada la cifra, los 60.000 millones, que según Oliver Wyman necesita la banca española. Bueno, maticemos. Una parte de la banca, aquella que durante años fue gestionada, más bien, esquilmada por nuestra clase política. Esa misma clase política que, al margen de los detalles que ya habrá tiempo de analizar, cae de forma reiterada en fallos de bulto. Si el FMI me está diciendo que, tal y como están las cosas, no voy a ser capaz de alcanzar mi objetivo de crecimiento ni en 2012 ni en 2013. Si me repite una y otra vez que la caída del crecimiento se situará en el 1,1%. ¿Por que me instalo yo, que en su día tanto critiqué el optimismo antropológico de otros, en una contracción de la economía del tan sólo 0,5%. ¿No enseñan en las escuelas de negocios que lo primero que uno debe hacer al intentar cuadrar gastos e ingresos es ser lo más realista posible?¿No deberíamos situarnos en el peor de los escenarios para, uno, saber a que atenernos, dos si los resultados son mejores recoger/ aprovechar el sobrante y ya de paso, sacarle rédito político?

Quizás mi planteamiento sea demasiado de "andar por casa"¿verdad? y por eso choca desde el punto nº 1 con quien está intentado cuadrar una cuentas en las que al no crecer la economía, no se aumenta el PIB; al no incentivar el gasto, por más impuestos que suban, no se pueden aumentar los ingresos y por lo tanto resulta a todas luces imposible recortar la deuda, al contrario, se aumenta porque necesito efectivo, necesito cash, dinero contante y sonante para salvar, nada más y nada menos que a los bancos que yo mismo desmantelé. Y cuando digo "yo mismo" utilizo claro está el sentido figurado y salpico a todos....por que me da igual el color político de quien haya estado sentado en los consejos de administración de las cajas. Todos actuaron por el estilo, siguiendo la misma máxima, enriquecerse. Claro que unos lo hicieron con más exito que otros.

Pero volvamos al presente.  Lo preocupante hoy, ahora, es cómo estamos repartiendo los costes de la crisis con tanta ayuda a las antiguas cajas y con los presupuestos que está planteando el gobierno. Porque no es lo mismo aplicar ajustes vía impuestos que graben a quienes tienen rentas altas, medias o bajas, me da igual, que aplicar ajustes, o si me lo permiten recortes, sobre los que se benefician de subvenciones o ayudas (viudas, huérfanos, estudiantes...). No es lo mismo priorizar el gasto en pensiones, seguridad social, becas universitarias o subvenciones a la investigación que hacerlo en salvar bancos. Al final, pues claro que tiene razón Paul Krugman, nos rendimos a la evidencia de que aquí, en Berlín o en Washington...los ricos siempre ganan y los políticos sea cual sea su gestión ...se van de rositas. Ojalá algún día alguien me pueda convencer de lo contrario.

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