jueves, 14 de julio de 2011

Fuera.....fuera de Europa

Todavía recuerdo como si fuera hoy aquel día, y eso que han pasado 16 años. Jamás había pensado, mucho menos soñado, que mi primer destino periodístico sería Bruselas. ! Yo, que me creía reivindicativa, defensora a ultranza de causas perdidas! !Yo, que leía cuanta  revolución caía en mis manos y que soñaba con marcharme fuera.....pero fuera, fuera. Fuera de Galicia, fuera de España y fuera de Europa. Había que contar historias de gente diferente, radiografiar vidas de gente interesante, escudriñar espacios alternativos de gente ajena....No podía ser que precisamente a mí, el destino me estuviera esperando en la capital comunitaria, cuna de una burocracia mal entendida y proyecto caduco o más bien caducado, pensaba yo. Pero, nada más lejos de la realidad que me encontré. 

El viejo continente estaba entonces en constante ebullición. Tras las turbulencias de principios de los noventa, la economía europea consiguió coger ritmo gracias, entre otras cosas, a la libre circulación de bienes, capitales, servicios y personas. Las cifras de paro se mantenían por debajo del  10% y el crecimiento en el entorno del 2. Fue en ese caldo de cultivo donde caló esa idea de moneda única que en 1971 Pierre Werner, primer ministro luxemburgués, consiguió vender al resto de jefes de estado y de gobierno de la Unión. E euro se abrió paso poco a poco ante la incrédula mirada del ya retirado Werner. Él mismo me lo confesó en una de las muchas radiografías de gente interesante que pese a mis prejuicios sí me encontré en Bruselas. Increíble pensar que ninguna otra región del mundo se había planteado jamás algo así y Europa, antaño enfrentada en dos Guerras Mundiales estaba dispuesta a hacer un ejercicio de humildad, ceder soberanía, y abandonar monedas nacionales en favor del euro.

Estaba claro y el euro es prueba de ello, que entonces en Bruselas las ideas fluían y lo hacían al amparo de la imperiosa necesidad de mirar hacia adelante y dejar atrás el dolor y el retraso, legados estériles de las guerras.  Varios, fueron varios los líderes que quisieron y supieron superar la miopía que los nacionalismos traen consigo. Hombres como Jacques  Delors,  Francois Mitterrand,  Helmut Köhl, Andreas Papandreu, Felipe González,…..  ellos aplicaron políticas de apertura de miras y renunciaron a otras por el bien común..

Europa buscaba ideas para acabar de construirse y en el impass, su economía se autonutría afianzando relaciones entre los socios del club. De hecho, el 80% de las exportaciones se realizaban entre países comunitarios. No había por qué mirar demasiado al exterior aunque empezaron a hacerlo tras la caída del muro de Berlín. Los mercados por explorar de los países del antiguo bloque soviético ejercían una función de imán para los empresarios europeos. Políticamente además se lo debíamos, después de tantos años de darles la espalda......

Ya comenzado este siglo, el XXI, la máquina a vapor europea había dado paso a un tren de alta velocidad. Los maquinistas de antaño estaban ya fuera del ámbito de decisiones y sus sustitutos  no supieron o no quisieron adaptarse a los cambios. A nuestros líderes les faltan ideas y han dejado pasar el tiempo de la bonanza económica regocijándose en “lo buenos que somos y lo bien que lo hacemos”. Nosotros, por supuesto, les hemos dejado hacerlo. Más aún, lo hemos hecho, de hecho, con ellos. Han reusado el análisis  y como ciegos se han negado a aceptar  que un club no puede funcionar igual si sus socios son 6 o son 27. A nuestros jefes de estado les ha faltado creerse el proyecto europeo por encima de todo, primero para hacerlo viable, después para convencer a los ciudadanos. No han visto como otros bloques geográficos (IBSA, Brasil, India, Sudáfrica por ejemplo) se posicionaban en un mundo que, es verdad, hay que admitirlo, en menos de una década ha dado un giro radical. Pero de nada vale lamentarse, excusarse, lamerse las heridas. Hay que actuar.

El problema de  Europa es de gobernanza. De quien la lidera y, sobre todo, de cómo se lidera. Durante los últimos años los líderes europeos se han encargado de minar desde la raíz la fortaleza de instituciones como la Comisión Europea. Y de ella, entre otros, depende la racionalización  de una organización coral. Y ya se sabe que mientras todo va bien, aunque con alfileres,  las cosas se mantienen, en cuanto vienen mal dadas, el caos se impone. Ni se toman decisiones rápidas, ni se ataca directamente a la raíz de los problemas. En medio de esta sinrazón estamos poniendo en peligro el euro y con él nuestro futuro. ¿Dónde está el espíritu de hace tan sólo 15 años?

Hace unas horas, por enésima vez consecutiva  Moody´s  ha vuelto a sacudir la alfombra en la que vivimos. Por enésima vez hemos dicho que es intolerable y que ya va siendo hora de tener una agencia de calificación propia. Atónitos nos echamos las manos al ver como nadie hace nada para parar los productos financieros que en su día hicieron estallar la crisis.   Mientras espero a que alguien, eminentemente Angela Merkel, tome cartas en el asunto y, entre otras cosas, se decida a convocar un consejo extraordinario para atajar la situación de Grecia, y después la de Irlanda, y la de Portugal y la de España, y la Italia, y la Bélgica (esto mismo puede haber escrito 100 veces en el último año)…me siento en la terraza de casa, con una copa entre las manos. Miro al horizonte y me reconozco 16 años más vieja pero  fundamentalmente una persona diferente a la que llegó a Bruselas en 1995. Me siento, sin embargo igual que entonces. Me siento tentada a irme fuera… pero fuera, fuera. Fuera de Galicia, fuera de España y fuera de Europa. Irme en busca de ideas, de ganas de luchar, de estar en la carrera y cambiar las cosas. Irme hacia algún lugar , no aquí, no allí del otro lado de los Pirineos donde la vida esté en constante  ebullición.

5 comentarios:

  1. Carai, Conchi, sempre inagotable e chea de ideas! Cal é o truco?
    Despois de "re-lerte" levo moitas cousas na cabeza para remoer esta noite.

    "Fuera de Galicia, fuera de España y fuera de Europa"; e -ás veces- é duro seguir aquí-aquí en Lugo; onda sempre...

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  2. En busca de ideas, de ganas de luchar, de estar en la carrera y cambiar las cosas... ¿dónde hay que firmar?

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Y ya esperaba desde hace unos meses tu blog. Yo también quiero abrir uno, pero no me ha llegado el momento. Y sí Conchi mucha tinta ha corrido desde que te fuiste a Bruselas... Más ahora, que desde hace año y medio se me presentó la oportunidad de cruzar el charco y trabajar en lo que siempre soñé, comunicación para el desarrollo, aquí, como bien dices, dónde la vida está en constante ebullición, puedo decirte con conocimiento de causa, que la VIDA bulle aquí y allí, que todo depende de cómo lo miremos y que necesitamos unirnos acá y allá para ir creando redes paralelas y seguir luchando por nuestros ideales. Todo llega, aunque cuesta. El 15 M fue un balón de oxígeno en un momento en el que había dejado de creer en todo... La VIDA bulle allí y aquí... ¡¡¡Me alegra taaanto leerte!!!! Pura Vibra desde Costa Rica. Verónica.

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  5. Si, también esperaba este blog con muchas ganas.
    El recorrido de la vida incluye viajes tanto de cuerpo como de alma. La vida es el mundo y el mundo es la vida, así como afuera puede ser aquí mismo, aquí adentro.
    El inconformismo es lo que nos hace vivir, crecer, evolucionar buscando constantemente, volteando a cada lado, escuchanda a cada quien.. A veces la rapidez del día a día nos impide reflexionar como es debido y las pausas hacen que la espuma se asiente en la copa y podamos ver mejor, pensar mejor... o como mejor podamos...
    De ahora en adelante no sólo te escucharé sino te leeré con muchísimo agrado. Un beso.

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